La viscosidad del PET para entender el suprarreciclaje.
¿Qué es la viscosidad del PET?
La viscosidad es una propiedad que mide la resistencia de un líquido o un material a fluir. En el caso de los polímeros como el PET (polietilentereftalato), un plástico ampliamente utilizado para envases de alimentos y bebidas, la viscosidad está directamente relacionada con la longitud de sus cadenas moleculares. Cuanto más largas sean estas cadenas, mayor es la viscosidad y, por lo tanto, mayor es la resistencia y durabilidad del material, principales propiedades relacionadas con el proceso de fabricación de envases
Es importante aclarar que el PET, es un polímero formado por largas cadenas de moléculas repetidas. Estas cadenas son las que le confieren propiedades específicas, como la transparencia, la resistencia y la barrera contra gases, que son esenciales para su uso en envases de alimentos.
Relevancia de la viscosidad en el reciclaje del PET
Cuando el PET se somete a procesos de reciclaje, estas cadenas moleculares tienden a degradarse, es decir, se acortan. Este fenómeno se produce debido a la exposición al calor, la humedad y otros factores durante la vida útil del envase o durante el proceso mismo de reciclado. La consecuencia de esta degradación es una disminución de la viscosidad, lo que compromete la calidad del material reciclado.
Un PET reciclado con baja viscosidad no tendría la resistencia suficiente ni las propiedades adecuadas para ser utilizado nuevamente en aplicaciones para envases. Esto limita su aplicación a productos de menor valor o uso industrial, estaríamos hablando de downcycling (infrarreciclaje). Por lo tanto, nos enfrentamos a un reto en términos de economía circular y sostenibilidad.
¿Cómo aumentamos la viscosidad del PET reciclado?
Existen varias técnicas para restaurar la viscosidad del PET reciclado, es decir, alargar de nuevo sus cadenas moleculares, pero dos de las más utilizadas en la industria son:
- Policondensación en estado sólido (SSP, por sus siglas en inglés):
En este proceso, el PET reciclado se somete a un tratamiento térmico bajo condiciones de vacío o en presencia de un gas inerte (como el nitrógeno). Durante este proceso, las cadenas de PET se van alargando de nuevo, lo que aumenta la viscosidad del material.
- Aditivos o agentes extensores de cadenas:
Otra opción es el uso de compuestos químicos que se añaden al PET reciclado para «unir» las cadenas cortas y formar otras más largas, lo que también eleva la viscosidad. Esta técnica es más sencilla, aunque requiere un control muy preciso para garantizar que el material final siga siendo seguro para su uso con alimentos.
Ambos métodos buscan restaurar la propiedad de la viscosidad para poder reutilizar el PET reciclado en aplicaciones que requieren un alto rendimiento, como la fabricación de envases para alimentos.
Economía circular y el impacto positivo del reciclaje de PET
Entendiendo la importancia de la viscosidad en el PET reciclado, nos damos cuenta de que su control es clave para integrar este material de nuevo en la cadena de producción, cumpliendo con todas las garantías de calidad y seguridad.
Cada vez que reciclamos PET estamos dando un paso más hacia un modelo económico más eficiente y 100% circular, contribuyendo a disminuir la huella de carbono y el consumo de recursos naturales, fomentando una producción más sostenible.
“Al lograr un ciclo cerrado, donde el material reciclado vuelve a ser utilizado en productos de alta calidad (suprarreciclaje), estamos contribuyendo a un futuro más limpio y responsable con el medio ambiente.”