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¿Qué envase es más sostenible? Vamos más allá del material

Envases sostenibles

En el debate sobre sostenibilidad, los envases están en el centro de la polémica.

Y es lógico: todos los usamos, todos los desechamos, y todos tenemos una opinión. Pero si queremos hablar de sostenibilidad con rigor, hay que ir más allá de las apariencias y mirar los datos.

¿Papel o plástico? ¿Biodegradable o reciclable? ¿Qué significa realmente que un envase sea «sostenible»?

Spoiler: no es tan simple como parece.

 

 ¿Qué significa sostenible?

Un material no es sostenible solo porque tenga buena imagen o sea biodegradable en teoría. Para que un envase sea sostenible, hay que mirar su impacto en todo el ciclo de vida: desde la producción hasta el final de su uso. Y ahí entran factores como:

  • Reciclabilidad real (no solo potencial).
  • Infraestructura existente.
  • Impacto ambiental de su fabricación.
  • Capacidad de mantener la calidad y seguridad del producto.

 

Comparativa: PET, papel/cartón y PLA (bioplásticos)

Vamos a lo concreto. ¿Qué pasa si comparamos tres de los materiales más usados en envases?

Aquí hacemos una visión general:

PET (Tereftalato de polietileno)

  • Reciclabilidad real: Muy alta. Se puede reciclar múltiples veces para la misma aplicación (por ejemplo, una botella puede volver a ser botella).
  • Aprobado para uso alimentario incluso en su versión reciclada (según EFSA).
  • Infraestructura de reciclaje ya establecida.
  • Puede incorporar hasta 100% de material reciclado.
  • Economía verdaderamente circular si se gestiona bien.

 

Papel y cartón

  • Reciclabilidad limitada: Solo se recicla la celulosa, con bajo rendimiento. Se degrada con cada ciclo.
  • No apto para contacto alimentario si no se usan fibras vírgenes.
  • Dificultad en reciclado cuando lleva recubrimientos o laminados (muy habitual en envases alimentarios).
  • Buena imagen pública, pero no siempre el menor impacto ambiental cuando se analizan procesos completos.

 

PLA (bioplásticos biodegradables)

  • Biodegradable en condiciones industriales, pero no en casa ni en la naturaleza.
  • Uso limitado a productos de un solo uso con baja exigencia (comida para llevar, higiene…).
  • No es reciclable con otros plásticos. Necesita tratamiento aparte.
  • Puede generar confusión en el consumidor si no se etiqueta y gestiona correctamente.

 

¿Y entonces? ¿Qué material elegir?

Ningún material es perfecto. Pero algunos se adaptan mejor que otros a una economía circular real, no solo teórica. El papel y los bioplásticos pueden funcionar bien en ciertos contextos, pero tienen limitaciones importantes si hablamos de conservación de alimentos, reciclabilidad real y disponibilidad de infraestructuras.

En cambio, el PET —aunque a menudo demonizado por ser un “plástico”— tiene ventajas prácticas y ambientales que a menudo se pasan por alto cuando se hace un análisis superficial.

 

La sostenibilidad no es solo percepción

Elegir un envase sostenible no significa solo optar por lo que «parece» ecológico, sino por lo que realmente funciona para reducir residuos, mantener la seguridad alimentaria y permitir una gestión eficiente al final de su vida útil.

Característica

PET

Papel/Cartón

PLA (Bioplástico)

Reciclabilidad

♻️ Alta. Mismo uso varias veces

⚠️ Limitada. Solo celulosa, bajo rendimiento

⚠️ Baja. No se recicla con otros plásticos

Aprobado para contacto alimentario (reciclado)

✅ Sí, aprobado por EFSA

❌ Solo si es material virgen

⚠️ Solo en aplicaciones de un solo uso

Biodegradable

❌ No

⚠️ Solo si no está tratado/laminado

✅ En condiciones industriales (no caseras)

Aplicaciones típicas

Envases reutilizables, botellas, bandejas

Envases secos o con recubrimiento

Comida para llevar, higiene, monouso

Reutilización del material reciclado

♻️ Para la misma aplicación

❌ No apto para aplicaciones alimentarias

❌ Generalmente no reutilizable

Infraestructura de reciclado existente

✅ Sí, global y madura

⚠️ Limitada, especialmente con recubrimientos

❌ Muy limitada, necesita compostaje específico

Percepción pública

🟥 Negativa (asociado a “plástico”)

🟩 Positiva

🟨 Positiva pero confusa

Impacto ambiental global (bien gestionado)

🟩 Bajo

⚠️ Variable según proceso y mezcla

⚠️ Alto si no se compostan correctamente

 
En una economía circular, el reto no está solo en cambiar materiales, sino en cambiar el sistema: diseñar envases bien pensados, mejorar su recogida y reciclado, y ofrecer información clara al consumidor.

Y ahí es donde los datos, no los prejuicios, tienen que guiar las decisiones.

 

“Si buscamos circularidad, eficiencia y seguridad alimentaria, conviene mirar más allá de la etiqueta “eco”.”

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