El tereftalato de polietileno (PET) es el plástico más utilizado en el envasado de alimentos y bebidas, gracias a sus propiedades físicas, transparencia reciclabilidad.
Sin embargo, cada vez que un plástico se recicla pierde propiedades. La calidad del PET se degrada con cada ciclo de vida, afectando a sus propiedades técnicas necesarias para volver a ser un envase.
Para evitar problemas de calidad, la industria a menudo reutiliza el PET reciclado en aplicaciones de menor valor, donde las exigencias técnicas no son tan altas. Este enfoque tradicional de reciclado asegura que, aunque el material haya perdido propiedades mecánicas, aún puede ser utilizado, aunque cada vez en aplicaciones de menos valor (downcycling).
El suprareciclaje supone ir un paso más allá del reciclaje tradicional. Del inglés upcycling, es el aprovechamiento de residuos para fabricar nuevos materiales de mayor calidad, mayor valor ecológico y mayor valor económico.
En lugar de simplemente reutilizar el material reciclado en productos de menor valor, buscamos revalorizarlo continuamente, creando nuevos productos de igual o mayor calidad. Así, una botella puede volver a ser una botella, y una bandeja puede transformarse en otra bandeja, cerrando el ciclo de manera eficiente y sostenible.
Nuestro proyecto innovador nos permite mejorar las propiedades de los de plástico. En el suprareciclaje del PET encontramos la solución necesaria para alcanzar la verdadera circularidad para los envases.
Nos permite reutilizar el material una y otra vez sin perder calidad, cerrando el ciclo de manera efectiva. Porque en nuestra lucha por un planeta más limpio y sostenible, reciclar no basta: debemos ir más allá y revalorizar nuestros residuos.
Todo empieza en el contenedor amarillo…
1. Separación
Los residuos que se recogen en el contenedor amarillo son enviados a diferentes plantas de selección, dónde se realiza una primera separación del PET en grandes flujos. Los envases de PET se prensan en balas para optimizar la logística y se envían a las empresas recicladoras.
2. Limpieza
Los recicladores se encargan de lavar y procesar los residuos de PET, eliminando los restos que pueda haber en el envase que no sean PET (como el tapón, el film o las etiquetas), para dejar una materia prima lo más pura posible. Al final de este proceso, obtenemos escamas, pequeños trozos de PET triturados, que será la materia prima para nuevos envases.
3. Suprareciclaje
Gracias a nuestras empresas del grupo, podemos filtrar, descontaminar y reparar la escama de PET, convirtiéndolas en granza de materia prima revalorizada y de primera calidad, apta para el contacto con alimentos y bebidas.
Una parte de la granza la enviamos a los fabricantes de botellas de Europa para que puedan utilizar nuestra materia prima reciclada adelantándose a la nueva legislación, tanto nacional como europea (a partir del año 2025, se exigirá por ley a los fabricantes de botellas que incorporen un mínimo del 25% de materia prima reciclada).
Otra parte irá a Formaspack, para fabricar nuevos envases con PET 100% reciclado, destinados a contener, proteger y alargar la vida de alimentos.
4. Cerrar el círculo
Ya en nuestras casas, después de utilizar las botellas, envases y bandejas, debemos depositarlos nuevamente en el contenedor amarillo, cerrando así el ciclo de reciclaje. De esta manera, podemos reutilizar los envases de PET ya consumidos y mejorar sus propiedades para volver a utilizarlos, no una sola vez, sino infinitas veces.
Esto es upcycling.